domingo, 24 de mayo de 2015

Barroco y Rococo

El Barroco
El arte barroco en sus más amplias manifestaciones artísticas es un fenómeno complejo de índole social, político y religioso.
El barroco es la continuación al manierismo italiano que prevalece durante la primera mitad del siglo XVI. Si el manierismo comienza a usar los cánones clásicos con artificiosidad, el barroco que le sucede abandona la serenidad clásica para expresar un mundo en movimiento y agitación de los sentidos. Por tanto, la tendencia del barroco es a la exageración y la ostentación.

El origen del barroco
Se suele decir que el Arte Barroco es el arte de la Contrarreforma. Para reaccionar contra la severidad e iconoclastia del Protestantismo, la Iglesia Católica alentó la edificación de templos con profusión de escultura.
También dirigió a los artistas a alejarse de los temas paganos que tanta aceptación tuvieron durante el Renacimiento, así como evitar los desnudos y las escenas escandalosas.
Tanto en las artes visuales como en la música, la influencia de la Iglesia sobre los artistas iba dirigida a emocionar y enardecer la devoción mediante estímulos psicológicos.
Estas normas aparentemente conservadoras y austeras derivaron, sin embargo, en este arte suntuoso y recargado que llamamos Barroco.



Rococó

Estilo pictórico y decorativo del siglo XVIII que se caracterizó por una ornamentación elaborada, delicada y recargada. El periodo del rococó se corresponde aproximadamente con el reinado de Luis XV, rey de Francia (1715-1774). Sus orígenes exactos son oscuros, pero parece haber comenzado con la obra del diseñador francés Pierre Lepautre, quien introdujo arabescos y curvas en la arquitectura interior de la residencia real en Marly, y con las pinturas de Jean-Antoine Watteau, cuyos cuadros de colores delicados sobre escenas aristocráticas que se desarrollan en medio de un entorno idílico rompen con el heroísmo del estilo de Luis XIV.
El término rococó proviene del francés rocaille, que significa 'rocalla'. En decoración, se caracterizó por una ornamentación basada en arabescos, conchas marinas, curvas sinuosas y en la asimetría; en pintura se distinguió por el uso de colores pastel más bien pálidos. Los pintores más representativos fueron François Boucher y Jean-Honoré Fragonard, el primero es famoso por pintar escenas de tocador pobladas por multitud de amorcillos, mientras que el segundo se caracteriza por las escenas galantes que se desarrollan en el interior de alcobas o en claros del bosque. En cuanto a la decoración, el rococó alcanzó su cumbre en el Hôtel Soubise de París, trabajo que comenzó en el año 1732 y al que contribuyeron un gran número de artistas y decoradores notables, entre los que destacan Gabriel Germain Boffrand y René Alexis Delamaire.
El estilo rococó se difundió rápidamente por otros países europeos, particularmente por Alemania y Austria, donde se entremezcló con el barroco creando un estilo suntuoso y profuso, especialmente en iglesias y espacios sagrados. Culminó con el trabajo del arquitecto y diseñador bávaro François de Cuvilliés en su obra del pabellón de Amalienburg (1734-1739), cerca de Munich, cuyo interior, parecido a un joyero, estaba compuesto de espejos, filigranas de plata y oro, y paneles decorativos. En España, el palacio de La Granja es el edificio que más se acerca a este estilo artístico, aunque el rococó se desarrolló más en la decoración de interiores.

En Francia dio paso al austero estilo neoclásico a finales del siglo XVIII y desapareció con el inicio de la Revolución Francesa en 1789 de manera repentina y por completo.

El Greco y Botero. diferencias

Botero
Pocos artistas hispanoamericanos han logrado tanta repercusión a nivel internacional como el pintor y escultor colombiano Fernando Botero. Su personalísimo estilo, que tiene entre sus rasgos más fácilmente identificables el agrandamiento o la deformación de los volúmenes, ha merecido la admiración tanto de la crítica como del gran público, que no puede sustraerse a la singular expresividad de una estética en la que las problemáticas humanas y sociales ocupan un lugar prioritario.

Sus primeras obras de retratos, paisajes y escenas costumbristas están realizadas con una pincelada muy suelta, que se irá empastando progresivamente, al tiempo que tanto la perspectiva como las figuras se hacen arbitrarias.
A principios de los años sesenta Fernando Botero se estableció en Nueva York, donde sus pinturas le granjearon una notable popularidad en el mercado artístico estadounidense. Entre sus obras más conocidas cabe destacar La alcoba nupcial,Mona Lisa a los doce años y El quite. Su traslado a París coincidió con sus primeros trabajos escultóricos, que compartían las características de su obra pictórica.

El estilo de Botero, plenamente figurativo, se caracteriza en lo plástico por cierto aire naïf y en lo temático por la representación de personas y animales siempre como figuras corpulentas, incluso claramente obesas.



EL GRECO
Aunque nacido en Creta, isla que en aquella época pertenecía a la República de Venecia, El Greco desarrolló su peculiar estilo y la mayor parte de su trayectoria artística en España. Se formó en su isla natal como pintor de iconos, antes de trasladarse a Venecia, donde conoció la obra de Tiziano yTintoretto, artistas que, junto con Miguel Ángel, fueron los que más influyeron en su pintura.

Aunque pintó sobre todo obras religiosas, se le deben también importantes retratos (Félix Paravicino, El caballero de la mano en el pecho) y algunos cuadros de temática diversa. La obra más admirada de El Greco es El entierro del conde de Orgaz, por el hecho de que el artista se valió de este acontecimiento para dejar constancia del momento en que le tocó vivir; para ello, dividió el cuadro en dos planos, uno celestial en la parte superior y otro terrenal en la inferior, de tal modo que la obra es al mismo tiempo un cuadro religioso y un retrato de grupo.
El plano superior, el celestial, no se aparta de sus restantes obras religiosas y presenta idéntico hondo misticismo y parecida intensidad dramática; la novedad se encuentra en el plano terrenal, donde los principales personajes del Toledo de la época, incluidos el propio pintor y su hijo, aparecen reproducidos con absoluta fidelidad.
De la conspicua producción religiosa de El Greco cabe destacar El Expolio de Cristo,El Bautismo de Cristo, La Adoración de los pastores y diversos Apóstoles, en los que resulta admirable la expresividad de los rostros y los ademanes.


En los últimos años de su carrera el artista pintó dos celebrados Paisajes de Toledo y un cuadro mitológico, Laocoonte, que sorprende por su temática, inusual en la España del momento. Sobre un fondo de hermoso paisaje, las figuras de Laocoonte y sus hijos se retuercen en su lucha contra las serpientes y el artista se sirve hábilmente de sus contorsiones para dotar a la obra de una composición admirable.


Analisis obra, Leonardo da Vinci y El Bosco

Leonardo da Vinci
Investigadores italianos revelaron las técnicas de pintura de Leonardo da Vinci, señalando que no "usó la paleta y mezclaba los colores directamente en las telas". 
Mediante la utilización de un sistema científico, los expertos de la Universidad de Florencia analizaron la pintura "Virgen de la Rueca" en la que aseguraron se puede apreciar "cada pincelada" hecha por el artista del Renacimiento. 
El meticuloso análisis del óleo permitió determinar que Da Vinci evitaba mezclar los colores en una paleta de pintor, como hacían sus contemporáneos. 
Leonardo da Vinci aplicaba delgadas capas de pintura directamente en las telas, en diferentes colores uno encima del otro, para crear una textura múltiple. 
"Es sabido que Leonardo usaba la técnica de la velatura, él mismo lo escribió en un tratado, pero por primera vez hemos logrado reconstruir su trabajo paso a paso, como si estuviéramos viéndolo mientras pintaba", aseguró uno de los investigadores. 
La pintura examinada pertenece a una colección en Nueva York conocida como "Ex-Reford". 








El Bosco
Las figuraciones y técnicas de El Bosco son notablemente diferentes de las empleadas por otros maestros flamencos. Técnicamente pintaba alla prima, es decir, con la primera pincelada sobre el lienzo y aplicando nuevas capas de pintura sobre otras todavía húmedas. Sin embargo, el análisis de cada una de sus obras demuestra que hacía un concienzudo y detallado proyecto antes de la ejecución; innovó también en la gama de colores, con tonalidades más contrastadas y atrevidas.
En cuanto a la figuración, el Bosco se destaca por representar a personajes santos como sujetos comunes y vulnerables (total diferencia en esto con Van Eyck, y en cambio mucha similitud conMatthias Grünewald). Es tan patética la vulnerabilidad de los personajes santos representados que los hace queridos por empatía. Prácticamente todos los personajes que representa tienen algo de caricatura.
En sus obras abunda el sarcasmo, lo grotesco y una imaginería onírica. Una de las explicaciones para esto es que el Bosco aún se encuentra imbuido por una cosmovisión medieval repleta de creencias en brujería, la alquimia, la magia, los bestiarios, los tesaurus, las hagiografías... Además, en el 1500 abundaron rumores apocalípticos. Esto influye para que el pintor intente desde sus pinturas dar un mensaje moralista, si bien de un moralismo nada pacato sino, por el contrario, satírico; y si el Bosco, tiene mucho de medieval, por otra parte anticipa el humanismo de la Edad Moderna.

 

Palacio Nacional de El Salvador

Ubicado en el Centro Histórico, este tesoro arquitectónico albergó, desde el siglo XIX, personajes e increíbles acontecimientos que fueron sumamente trascendentales en la historia política de El Salvador.
Inicialmente, este Palacio se construyó de 1866 a 1870 y un fuerte incendio acabó con las estructuras el 19 diciembre de 1889.

Años más tarde, el gobierno de Pedro José Escalón, en 1903 realizó un concurso público para la nueva edificación del Palacio. El ganador fue el ingeniero José Emilio Alcaine quien propuso el plano iconográfico de la edificación, bajo la dirección del maestro de obra Pascasio González Erazo.

Considerado el primer edificio de la República, también se le llamó “El Palacio del Café” ya que, a través de un Decreto Legislativo, se estipuló que por cada quintal de café exportado, se invertiría un colón por esa cantidad para levantar la obra. En total se utilizaron 50 mil colones.

Salón Rojo: en este lugar se celebraban los cocteles y festines políticos. En ella se encuentran los medallones que nombran a los 14 departamentos que constituyen a El Salvador. También están los retratos de emblemáticos presidentes tales como el general Fernando Figueroa, Francisco Morazán, Francisco Menéndez, Rafael Campos, el capitán Gerardo Barrios y Manuel Enrique Araujo quien, tras su asesinato en 1913, fue velado en ese mismo lugar.



Salón Rosado: lugar en el que laboró la Corte Suprema de Justicia hasta 1974. En ella se conserva la pintura que destaca al primer escudo que nos declaraba como salvadoreños.



Salón Amarillo: Lugar que era el despacho del presidente hasta 1930. En ella se desarrollaron reuniones de negociación y recibimiento de personas diplomáticas entre otros cargos.



Salón Azul: El más importante ya que actualmente conserva los 28 escritorios y sillas originales y el área que se dejaba para la prensa nacional e internacional que presenciaban las decisiones de la Asamblea Legislativa desde 1906.



La  necesidad de las autoridades supremas de tener un lugar propio donde alojarse para ejecutar sus atribuciones constitucionales da lugar al proyecto de edificar el Palacio Nacional a iniciativa del Capitán General Gerardo Barrios, así surgió  el proyecto de edificar el Palacio Nacional. está localizado en el centro histórico de la ciudad capital de El Salvador. Fue declarado Monumento Nacional el año 1980.
Para sufragar su edificación, por medio de un Decreto Legislativo, se estipuló que por cada quintal de café exportado, un colón se destinaría a levantar la obra. Los materiales usados fueron importados desde diferentes países europeos como Alemania, Italia y Bélgica.


La actual estructura suplantó al antiguo Palacio Nacional erigido durante los años 1866 a 1870, .Destaca en su fachada principal seis columnas y las estatuas de Cristóbal Colón e Isabel la Católica, donadas por Alfonso XIII en 1924, dirigida hacia rumbo oriente y poniente  considerándose una muestra representativa de los caminos estilísticos que caracterizaba a Europa en el siglo xx prevaleciendo el eclecticismo que se manifiesta en los diferentes detalles ornamentales y arquitectónicos que presenta el inmueble en el que destacan el estilo Neoclásico y Renacentistas, mientras que en el exterior las perspectivas colocan a San Salvador en un salto en el corazón de los pueblos refinados por el Arte y la belleza.